Nityananda
Celebrar la aparición del Señor Nityanada es honrar una expansión ilimitada de Dios como servidor de las entidades vivientes. La Suprema Personalidad de Dios puede expandirse en innumerables formas. Hay formas de potencia limitada como las entidades vivientes, entre las cuales nos encontramos los seres humanos, y formas de potencia ilimitada como es el caso del Sr. Nityananada. “En un fuego hay muchas chispas de diferentes dimensiones; algunas son muy grandes y algunas, pequeñas. Las chispas pequeñas se comparan con las entidades vivientes y las chispas grandes con las expansiones de Sri Krishna” (de potencia ilimitada). “Todas las encarnaciones emanan de Krishna, y al finalizar sus pasatiempos, se funden con Krishna otra vez”.
Cuando el Señor Krishna vino a este mundo hace cinco mil años lo hizo con acompañantes que le ayudaron a desarrollar sus pasatiempos. Uno de esos acompañantes es su hermano mayor Balarama, también una expansión de potencia ilimitada. Hace quinientos años, Krishna adviene nuevamente en la forma de un devoto puro de Dios, el Sr. Caitanya y Balarama aparece acompañándolo bajo la forma del Sr. Nityananda. “Ese Sri Krishna advino en Navadvipa como Sri Caitanya, y Balarama advino con Él como Sri Nityananda”.
“Sri Balarama es el Dios servidor, que sirve al Sr. Krishna en todos los asuntos de existencia y conocimiento. Sri Nityananda Prabhu, que es el mismo Dios servidor, Balarama, ejecuta el mismo servicio para el Señor Gauranga (otro de los nombres del Sr. Caitanya) con Su compañía constante”.
Krsnadasa Kaviraja Gosvami, autor del “Sri Caitanya Caritamrta”, describe al Sr. Nityananda tal como se le reveló en un sueño:
“En el pueblo de Jhamatapura, que está cerca de Naihati, Sri Nityananda Se me apareció en un sueño. Yo caí a sus pies, ofreciéndole mis reverencias, y entonces Él puso Sus pies de loto sobre mi cabeza. ‘¡Levántate! ¡Ponte de pie!”, me dijo una y otra vez. Al levantarme y ver su belleza, me llené de asombro. Tenía una tez negruzca y brillante, y su estatura alta, fuerte y heroica hacía que pareciera Cupido en persona. Tenía hermosos y bien formados brazos, manos y piernas, y los ojos como flores de loto. Llevaba ropa de seda, con un turbante de seda en la cabeza. Llevaba pendientes de oro en las orejas, y pulseras y brazaletes de oro. Llevaba campanillas tobilleras en Sus pies, y un collar de flores alrededor de Su cuello. De esta manera vi aquella opulencia de Sri Nityananda Svarupa. Su maravillosa forma, Sus cualidades y Sus pasatiempos, todo ello es trascendental. Yo estaba sobrecogido de éxtasis trascendental, sin saber nada más. Entonces, Sri Nityananda sonrió y me dijo lo siguiente: “¡Oh, mi querido Krsnadasa! No temas. Ve a Vrndavana (el lugar principal de residencia de Krishna en la India hace cinco mil años), porque allí lograrás todo. Tras decir esto, me indicó la dirección de Vrndavana moviendo la mano. Luego desapareció con sus acompañantes. Me desvanecí y caí al suelo, una vez interrumpido mi sueño, y cuando volví en mí, pude ver que había amanecido.”